¿Cuál es la motivación que impulsa a esclavos comprometidos en relaciones convencionales a buscar servir a Amos de mayor jerarquía?
¿Es aceptable el sentimiento de frustración de un Amo?
Hace muchos años, cuando era estudiante, un compañero de clase me solicitó ayuda para preparar el examen final de Estadística. Dediqué tiempo y esfuerzo durante numerosas tardes de aquel mes de junio para brindarle apoyo. Sin embargo, el día antes del examen, mi compañero me informó que no se presentaría. Experimenté una sensación de frustración y enojo, ya que me había esforzado por ayudarle a superar la prueba, repasando los temas con atención y asegurándome de que comprendiera cada concepto.
Lamentablemente, mi amigo no cumplió con su parte, limitándose a estudiar cuando estábamos juntos. A pesar de mis esfuerzos por inculcarle el conocimiento necesario, llegado el día del examen, se percató de que no había realizado lo que le correspondía y optó por no presentarse. Este episodio me dejó con sentimientos encontrados, ya que mi dedicación no fue correspondida de la manera que esperaba.
Esa anécdota sirve de introducción a la siguiente pregunta que me hago a menudo:
¿Cuál es la motivación que impulsa a ciertos esclavos que ya tienen pareja a someterse a entrenamiento, a pesar de saber que no pueden corresponder con la misma dedicación que yo espero y que constituiría una entrega genuina?
Me hago esta pregunta porque no son pocos las esclavos con pareja que desean ser entrenados para superar el desafío de ser buenos esclavos. Algunos con verdadera actitud e interés de progresar como esclavos hasta la esclavitud total. Y puedo dar fe de que esto es cierto.
Otras veces, aunque señalo con claridad en los perfiles de mis redes sociales que se abstengan de contactarme las personas con pareja, tras horas de conversación y aproximación descubro que la tienen y que solo estaban hablando de ideales de entrega platónicos que nunca podrían llevar a cabo.
Cuando quise saber por qué no me habían dicho que estaban comprometidos, simplemente argumentaron que no se lo había preguntado expresamente. Reconozco mi excesiva confianza al dar por hecho que era personas libres de entregarse a una relación de propiedad. Por eso, ahora si tienen pareja es la segunda pregunta que hago a un candidato.
Los esclavos necesitan el adiestramiento y se benefician de él. En el momento en el que un Amo les presta atención y decide educarlos comienza su deuda y su gratitud hacia quien se ocupa de ellos. Una deuda difícil de saldar pero que el esclavo puede amortizar, minuto a minuto, a través de la obediencia y el respeto.
Deseo destacar que lo que compartiré a continuación es un punto de vista personal y objetivo, y no necesariamente refleja la opinión mayoritaria.
También quiero señalar que no está en mi ánimo cuestionar cualquier tipo de relación que exista entre dos personas adultas. Existen tantos tipos de relaciones como tipos de acuerdos personales. Al mismo tiempo soy un fervoroso defensor de las relaciones de pareja y considero que cada uno es el único responsable de las relaciones que emprende.
Un Amo nunca puede ser una pareja convencional y una pareja nunca puede ser un Amo
Un Amo nunca puede ser una pareja en el sentido clásico del término pareja. Porque una pareja se define bajo la premisa de relación igualitaria y ninguna relación de dominio lo es.
¿Qué aporta una relación de Dominio que no aporta ninguna otra relación?
Una relación de Ds de Propiedad se caracteriza por la confluencia de dos deseos, el deseo de dominación y el deseo de sumisión.
¿Y cómo se satisfacen esos deseos?
En primer lugar, a través de una relación de propiedad. Y en segundo lugar a través de cierto número de prácticas solo posibles en el marco de esa relación.
Levi Kamel establece cuatro puntos en torno a los cuales gira la satisfacción de esos impulsos de dominio y sometimiento: la sujeción, la humillación, la masculinidad y el miedo. Desarrollo estos puntos en otro articulo.
Es verdad que un Amo no es una pareja, y lo que ofrece una relación de dominio es imposible de lograr en una relación convencional donde no hay jerarquía. En este sentido, que uno de los miembros de la pareja busque un Amo fuera de la relación con el consentimiento, o no, de la otra parte de la pareja, para experimentar su faceta sumisa, puede ser algo habitual en la actualidad.
Imagino que muchos Dominantes pueden ver normal y plausible crear una relación de dominio con alguien que está comprometido con otra persona en una relación convencional. No es mi caso. Por eso la primera condición es que el esclavo no debe estar comprometido. De alguna manera un esclavo comprometido con su relación tiene un Amo figurado, y ningún esclavo puede servir a dos Amos.
La búsqueda del amor
Son muchos los factores que pueden llevar a un esclavo a crear una relación convencional basada en la simetría de roles y renunciar a una vida de servidumbre.
Me pregunto qué es lo que empuja a un esclavo que ha experimentado su naturaleza sumisa la creación de una relación de pareja convencional. Imagino que la posibilidad de sentirse amado dentro de una relación de pareja.
Esta impresión me la han confirmado aquellos esclavos a quienes he formulado la pregunta.
¿Por qué si eres un esclavo consciente de tu condición decides renunciar a una naturaleza que lucha por manifestarse una y otra vez?
Para sentirse amados deben enterrar sus instintos masoquistas o sus deseos de sentirse controlado y humillado. De esta manera, se crea una dependencia afectiva a la que es muy difícil de renunciar una vez que existe el apego emocional. Tan difícil como seguir reprimiendo sus deseos de sentirse sometidos y humillados.
Paradójicamente, he observado que aquellos individuos en roles sumisos que tienen una pareja exhiben una actitud digna de consideración. Tal vez esto se deba a que, al tener satisfechas sus necesidades de afecto, pueden explorar al máximo su capacidad de entrega a su Dominante.
Sin embargo, al enfrentarse a la elección, muchos de estos sumisos prefieren seguir experimentando el amor en lugar de someterse a la humillación inherente a una relación BDSM, generando así un conflicto interno de difícil resolución que provoca considerable sufrimiento en la pareja. De alguna manera, esto refleja una contradicción similar a la experimentada por aquellos en relaciones donde existe una discrepancia de orientación sexual, ya sea siendo gay en una relación con un heterosexual o heterosexual en una relación gay.
Aquí es donde la honestidad personal cobra relevancia, y se revela un autoengaño enmascarado por la disonancia cognitiva.
Para mantener la coherencia con nuestras decisiones, a menudo nos vemos obligados a negar aquellas partes de nosotros mismos que podrían cuestionar esas elecciones.
Si asumimos el papel sumiso en una relación de roles simétricos, nos vemos obligados a reprimir nuestra naturaleza sumisa para ser coherentes con la decisión de elegir a alguien que no disfruta sometiéndonos como pareja. A cambio, nos convencemos de que la relación nos brinda afecto, amor u otros aspectos que consideramos inalcanzables en una dinámica de dominación.
Soy un Amo alineado con la Vieja Guardia
Aunque no me considero un hombre de cuero, me identifico con la mayoría de los postulados de la Vieja Guardia que surgió a mediados del siglo pasado.
Sin embargo, las nuevas corrientes dentro del BDSM a partir del sigo XXI como la Nueva Escuela, incluyen prácticas BDSM en la vida sexual y amorosa de algunas parejas con las que no me identifico.
Estas nuevas corrientes tienden a la eliminación o pérdida del protocolo en el proceso de dominio, creando nuevos entornos sociales de intercambio de poder, mucho más relajados y aperturistas:
• Se rechaza la necesidad del protocolo.
• Se afirma que cada uno tiene su propia forma de vivir el BDSM y que esta es tan buena como cualquier otra.
• Además, la exigencia de conocimientos previos o de cierta cultura BDSM se reduce drásticamente. Es decir, todos son bienvenidos.
Tengo que decir que no me identifico en absoluto con estos planteamientos de la Nueva Escuela.
El compromiso del esclavo a la hora de servir
Me intriga, además, la lucidez mental de un esclavo comprometido en una relación convencional que aspira a avanzar en su papel de sumisión y está en busca de un Amo comprometido que le brinde orientación en su proceso de aprendizaje.
Puedo comprender las motivaciones de un esclavo que, a pesar de sus limitaciones en sus posibilidades de servir, busca a un Amo experimentado con el deseo de establecer una relación de propiedad total.
Estas razones son las siguientes:
- Inspiración y crecimiento personal como esclavo:
Un esclavo comprometido en una relación de pareja podría experimentar que servir a un Amo que considere experto o excepcional le brinde inspiración y motivación para su crecimiento en el ámbito de la sumisión, sin necesidad de renunciar a la relación de pareja.
Estar con alguien que destaque en el dominio puede impulsar al esclavo a esforzarse más y alcanzar su máximo potencial, al mismo tiempo que mantiene una relación convencional.
Algunos esclavos buscan perfeccionar sus habilidades sumisas en relaciones profundamente dominantes para mejorar diversos aspectos de sus vidas como esclavos.
Estar con un Amo a quien admiren y deseen servir podría ser visto como una oportunidad para aprender y crecer a nivel intelectual y emocional en el rol de esclavos. En algunos casos, una vez completado el entrenamiento, el esclavo podría decidir terminar la relación convencional y embarcarse en una vida como esclavo total.
No obstante, es importante destacar que el perfeccionamiento en el papel de esclavo se logra verdaderamente experimentando una relación de dominio auténtica. En este sentido, alcanzar este nivel puede resultar desafiante dentro de una relación convencional basada en la igualdad de roles, similar a querer dejar de fumar mientras tu pareja continúa fumando.
El esclavo puede considerar y reconocer su honestidad al ofrecer una entrega genuina durante el tiempo que esté con el Amo. Al mismo tiempo, un Amo no deja de ser un entrenador que ayuda al esclavo a alcanzar una meta. Quiero señalar que esa meta debería estar siempre en la mente de ambos.
Para muchas personas la meta solo consiste es el disfrute durante la sesión de entrenamiento. No tengo nada en contra. Al mismo tiempo para mi una relación de dominio es un proceso a largo plazo.
Cuando entrenaba a mi compañero de clase, la meta era aprobar la asignatura. ¿Qué sentido tendría si no, dedicar horas y esfuerzo al estudio?
Para mi no existe relación de dominación si no se establece una meta y un propósito claro que sea común para ambos. Si mi compañero me hubiera dicho que solo iba a estudiar durante nuestras clases de apoyo, posiblemente no hubiera accedido a dedicar tiempo, ganas y esfuerzo en su formación.
- Complementariedad:
En ocasiones, los esclavos comprometidos en sus relaciones personales buscan conexiones de dominio para complementar la parte sumisa que quizás no pueden satisfacer plenamente en una relación de pareja basada en la igualdad. Es importante señalar que, en ningún momento, contemplan poner fin a la relación existente ni renunciar a lo que ya tienen. Su deseo es simplemente compensar y complementar sus necesidades de sentirse sumisos en manos de un Amo genuino, y no limitarse a participar en juegos BDSM ocasionales bajo las sábanas.
En esta situación, el esclavo podría apreciar las habilidades y cualidades de un Amo a quien admira, creyendo que juntos pueden formar un equipo fuerte y equilibrado. Sin embargo, puede suceder que no se dé cuenta de que está buscando recibir un dominio valorado en 10 mientras ofrece una entrega de valor de 5. En este caso, el esclavo podría afirmar estar dispuesto a ofrecer una entrega de valor de 10, pero solo en sesiones puntuales.
Es importante destacar que la formación de un equipo fuerte y equilibrado puede resultar difícil cuando el esclavo ya está comprometido emocionalmente en otra relación, ya que el verdadero dominio suele surgir del sentimiento de propiedad. ¿De qué otro modo sino atravesando límites puede un esclavo progresar?
He comprobado que muchos esclavos buscan un Amo fijo que le ofrezca una continuidad similar a la que ya tienen en sus relaciones amorosas. A mi entender este tipo de relación se asemeja al compromiso de entrenamiento con un coach en el gimnasio.
“Mi objetivo es aumentar mi masa muscular y para ello necesito un entrenador. Sin embargo el fruto de ese entrenamiento se lo lleva otra persona que no tiene por qué ser la pareja”. Y eso mismo lo reconoció un esclavo al que estaba entrenando.
Quiero repetir que, como Amo, el único objetivo del entrenamiento es la propiedad del esclavo. Es un error creer que lo que sirve y hace feliz a un Amo puede hacer feliz a cualquier otro.
- Atracción sexual:
La atracción hacia sentirse dominado por un Amo que busca la propiedad no siempre se basa únicamente en alcanzar una meta o un objetivo a largo plazo. En este sentido, los logros o habilidades del Amo pasan a un segundo plano. Puede haber una conexión sexual profunda, una personalidad atractiva o simplemente una conexión especial que va más allá. En este caso, la relación paralela de servidumbre puede ser un balón de oxígeno para mantenerse en una relación en la que el esclavo se siente asfixiado, pero que no está en disposición de terminar.
En este sentido no quiero crear una relación que sirva de excusa para finalizar otra, o motivar a nadie a que termine una relación si desea ser mi esclavo. Ya he dicho antes que soy un fervoroso defensor de las relaciones de pareja.
La realidad detrás de la aparente entrega
¿Significa esto que una persona con pareja nunca podrá desarrollarse plenamente como esclavo?
No estoy afirmando eso.
No obstante, es crucial ser honesto con uno mismo en lo que respecta a las expectativas. La verdadera diferencia entre esclavos y sumisos radica en las expectativas.
Para comprender mejor esta distinción, te invito a leer este artículo.
Es esencial distinguir entre el esclavo que anhela servir y aquel que busca ser servido, es decir, el esclavo que, al creer que está sirviendo, en realidad utiliza al Amo para satisfacer sus propias necesidades de sentirse dominado.
En estos casos, considero que el esclavo se convierte en el auténtico dominante de la relación. Esta paradoja es frecuente, y no son pocos los Amos mediocres que caen en la trampa de dominar a esclavos superiores.
Quiero enfatizar que cuando percibo el deseo de ser servido por parte del sumiso, mi actitud dominante desaparece y la relación de dominio concluye de inmediato. Esto se debe a que es imposible ser el Amo de alguien que no acepta el dominio como la regla fundamental de la esclavitud.
Desde mi perspectiva, cuando un esclavo con pareja ofrece una entrega valorada en 5 y, al mismo tiempo, desea ser dominado por un Amo que busca una propiedad valorada en 10, se genera un conflicto en el equilibrio de la relación.
En este contexto, me planteo las mismas preguntas que surgen cuando mi compañero, el día antes del examen final, anunció que no se presentaría a la prueba.
¿Quién está al servicio de quién?
¿Cómo percibe un esclavo al Amo al que desea ofrecerse de manera limitada y, por ende, mediocre?
¿Lo ve como un Amo de valor 10 que solo debería aceptar la entrega de un esclavo de valor 10?
¿O lo interpreta como un Amo mediocre que acepta entregas mediocres?
Responde en los comentarios.
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