¿Por qué escribo sobre BDSM?
Cuando empecé a interesarme en el BDSM entre hombres, la única puerta que encontré era el sexo a través de las páginas de contactos. Sin embargo, a medida que avanzaba en el estudio de las relaciones de dominación / sumisión entre hombres, descubrí que el sexo solo representaba una parte del universo bdsm. Una parte que ni siquiera era la más importante, aunque sea el hambre y no el alimento lo que mueve a un hombre cuando quiere dominar o someterse a otro.
Mi experiencia como Dominante dentro del BDSM entre hombres, me ha descubierto caminos de evolución insospechados. Uno de esos caminos es el goce de ser úࢢl. He descubierto que ser un Amo para mí es lo mismo que ser un Maestro, un Guía o un Líder. Ser Amo me ha enseñado a ser el hombre que deseo ser.
El Amo es un Maestro
Un Maestro está siempre al servicio del alumno, del mismo modo que un Amo está al servicio del esclavo. Esta afirmación que podría resultar contradictoria con la esencia del BDSM no lo es en absoluto. Tanto el Amo como el maestro enseñan. Esta web pretende enseñar que el BDSM entre hombres se asienta en tres principios: responsabilidad, seguridad y acuerdo mutuo.
Mi objetivo como Amo es conseguir que el aspirante a esclavo consiga ser lo que desea ser. Solo en la medida que el aspirante consigue ser esclavo obtiene el Amo la retribución de ley que merece. Amo y esclavo forman una unión de contrarios perfecta porque juntos conforman una totalidad mientras que separados no son nada.
Con este blog no pretendo convencer a nadie de lo que acabo de decir. Un antiguo proverbio Zen dice "Cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro" . Me gusta trasladar este proverbio al mundo bdsm.
El esclavo por naturaleza siempre permanece abierto y dispuesto a aprender. Ser esclavo significa tener espacio interior para un nuevo saber. Como esclavo sabes que cualquier Amo puede ser tu maestro.
Tal vez esta web sea un lugar nuevo e inesperado para el lector y también una oportunidad para crecer como esclavo. Estar preparado significa estar dispuesto de una forma auténtica. Solo con esa disposición podrás encontrar el Amo que sea tu propio maestro. Cuando tú, el esclavo, estés preparado y dispuesto, el maestro aparecerá. Sólo tienes que echar un vistazo en derredor, mirar con ojos nuevos y preguntarte en silencio: ¿Quién soy yo? Si un día alguien te ayuda a descubrirlo reconocerás al Maestro.
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