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¿Eres un esclavo indignado?



Hay un proverbio ruso que dice: 

Nunca trates de enseñar a un cerdo a cantar. Perderás tu tiempo y fastidiarás al cerdo.

Esta sabia afirmación quiero hacerla extensible al mundo bdsm:

Nunca trates de enseñar a un cerdo con pareja convencional a ser tu esclavo. Perderás tu tiempo e indignarás al cerdo.

La siguiente pregunta que me hago es si puede un perro con pareja convencional indignarse ante el Amo que, obviando sus limitaciones domésticas, decide ocuparse de él. Sin embargo, a parte de este tipo de esclavos, he sentido la indignación de muchos perros que, olvidando lo que son, deciden (algunos incluso groseramente) dejarte con la palabra en la boca, ya sea un chat, un mensaje o un skype.

Entonces voy a intentar definir lo que es un perro indignado para este Amo, ya que la indignación es una emoción tan subjetiva como dificil de catalogar, sobre todo después de que se haya utilizado este adjetivo para definir un sano movimiento social.

Un esclavo indignado es un ser inferior contaminado de deseos de igualdad.

Un esclavo indignado es aquel que se siente ofendido, estresado, o agobiado por el Amo que le trata continuamente como lo que es, un gusano. 

Un esclavo indignado es el que se opone a la humillación de ley que recibe. Humillación de ley es aquella que respeta todos los límites establecidos.

Un esclavo indignado es aquel que se resiste a salir de su zona de confort como igual para lograr la satisfacción del Amo. 

Un esclavo indignado es aquel que intenta convencer al Amo de su punto de vista diciendo que las cosas son más sencillas de lo que parecen. 

Un esclavo indignado es aquel que habla como un igual con su superior  y además no se da cuenta.

Un esclavo indignado es aquel que se cree con potestad para despedirse del Amo que le está prestando atención, sin tener autorización para hacerlo.

Un esclavo indignado es aquel a quien le ofende una mordaza virtual cuando el Amo le bloquea en el skype.

Un esclavo indignado es aquel que guarda silencio cuando el Amo espera una respuesta a lo que acaba de decir y al esclavo no le ha gustado oír.

Un esclavo indignado es aquel que cree que tiene elección.

Un esclavo indignado no es un esclavo.

La indignación reside en el núcleo de la sublevación. Hay emociones humanas que un esclavo debe saber detectar a tiempo para neutralizarlas antes de que el Amo le pierda el respeto como ser inferior. Aclaro que la actitud del esclavo se origina en el corazón del esclavo, ningún Amo puede crearla, y ningún Amo, por bueno que esté, puede crear a un esclavo.

Ser esclavo es un camino difícil, a veces muy difícil. Y cuando hablo de esclavo estoy hablando en términos absolutos de conciencia sumisa. Es decir, estoy hablando de esclavos naturales. 

Entiendo que un esclavo natural en pareja convencional es un esclavo contaminado de humanidad e igualdad. Para este esclavo llegar a ser un buen esclavo es muy difícil. Y para un Amo conseguir que sea un buen esclavo también lo es. Quede claro que ningún esclavo se contamina por accidente. Un esclavo se contamina de igualdad de forma consciente y deliberada, y si decide seguir contaminado, no debería hablar de entrega y mucho menos de entrega total con límites, solo por espeto hacia aquellos esclavos puros que, sin posibilidad de elección, sí poseen voluntad suficiente para ofrecerla, aunque luego no lo consigan, pero ese es otro asunto.

Un esclavo contaminado de igualdad es inocente, y no puede aprender la enseñanza del Amo porque ese esclavo aún no está preparado para recibirla. Por eso el Amo tampoco debe indignarse con ese esclavo si no es capaz de hacerle llegar su dominio. Existe otro proverbio que dice: Solo cuando el alumno está preparado aparece el Maestro. Y yo digo: Solo cuando el esclavo está preparado aparece el Amo adecuado. 

Ahora sé que no tiene sentido tratar de enseñar a un cerdo a cantar, sin embargo este Amo lo ha intentado y ha perdido.


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